1 de octubre de 2012

Memories

Aún hoy a veces vienen tus fantasmas a escupirme tu recuerdo, y me pregunto qué andarás haciendo, y si recuerdas las veces en que peleábamos por la almohada buena. Luego me doy cuenta que algunas historias solo pertenecen al pasado, y que no vale la pena ser la única que las recuerda.

Reflexiono sobre lo mucho que mejoró mi vida desde el 23 de julio hasta hoy. A veces nos aferramos a las personas porque sentimos tanto que nos da vergüenza admitir que no somos capaces de mantener la galera a flote. Otras porque miramos al futuro y no concebimos una vida sin que esa persona venga a ponerla patas arriba y a enervarte los nervios. Sea como sea, los días pasan, y deja de doler, y las cicatrices solo son eso: una mancha en la piel. Pero dime, ¿algún día olvidamos completamente? ¿O estaremos siempre esperando tener noticias nuevas?

La vida sigue y unos rehacen su vida mejor y más rápido que otros. Yo, en particular, no me quejo. Cuanto más tiempo pasa menos recuerdo mi vida anterior al 23. Aunque algunas veces me encantaría volver a tener una de esas eternas conversaciones por skype, y seguir engañándome a mí misma pensando que nada de todo aquello fue mentira.

[ Adictos a la tristeza y la flagelación ]

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