29 de enero de 2012

Cada vez que miro atrás me parece que aún estás...
Sé que no es casualidad. Por si acaso... Corro más.

¿Recuerdas que cuando te marchaste yo lloré y cuando me dejaste casi supliqué?
Yo también.

Y ahora que todo da igual se despierta mi animal.
Y aunque pienses que es normal todo es antinatural.

Pero ya... no tengo miedo como ayer. Ya no me importa perderte, lo hice hace mucho tiempo. Qué digo, me perdiste tú a mí, dejaste pasar lo nuestro, mentiste y me utilizaste. Pero ya todo da igual, todo ahora es paz. Y mi sombra por la nöche no se ve. Y si no... buscaré un rincón sin luz, perderé tu dirección, olvidaré cómo eras tú, y solo serás una muesca para mí, una herida... Como un chico que se fue.

Adiós.

26 de enero de 2012

Sal de mi cabeza. YA

Hay personas que tienen la increíble habilidad de hacer de un simple paseo o un café en una cafetería cualquiera la cita más romántica posible. Y es curioso cómo los fantasmas del pasado llegan, te escupen recuerdos que luchas por olvidar y te impiden disfrutar de la velada porque te gustaría que la persona que comparte contigo un trozo de tarta fuera alguien muy distinto, y porque darías todo lo que tuvieras porque esa persona fuera la mitad de atento, amable, cariñoso, dulce y maravilloso que el que te acaricia la espalda. Y más curioso aún es echar de menos, solo a veces pero más de las que quisieras, a la persona que más daño te ha hecho en tu vida.

21 de enero de 2012

Un Nuevo Comienzo

Existen decisiones que te parten el alma, aun sabiendo que no hay alternativa posible. Pero una vez las has tomado te das cuenta de que todo es más llevadero, más sencillo... que ya no duele. Y te preguntas por qué te aferraste tan fuerte a alguien que te hacía más llorar que reír sin mostrar emoción alguna al respecto. Cómo llegas a querer a alguien hasta el punto de soportar un auténtico infierno por su causa y aun así seguir echándole de menos. ¿Qué había que te impedía cortar el lazo? Miras atrás y nada tiene sentido. Hay cosas y personas que no vale la pena luchar, con las que no vale la pena pasar una fecha importante, en quienes no puedes confiar, a quienes sabes que jamás podrás contar un problema porque no estará dispuesto a escucharte.


¿Por qué luchar por alguien que nunca lo hará por ti? Y piensas: la gente cambia, la gente se enamora, la gente se arrepiente, la gente enmienda sus errores. Sí, hay un pequeño porcentaje de gente que lo hace. Pero él no es uno de ellos. Él no lo haría por ti, no lo ha hecho nunca ni lo hará.


Así que una vez abres los ojos y tomas la decisión se abre una puerta sin retorno. Y ese pensamiento de "si él se lo ganara... si luchara un poco... Si demostrara..." desaparece. No hay nada que demostrar, ni que ganar, ni por lo que luchar. Ni nadie a quien merezca la pena echar de menos. Porque alguien que te hace tanto daño de forma consciente sin remordimiento alguno está ya demostrando algo: que no te quiere, que no le importas, que nunca sintió por ti ni la mínima parte que tú hiciste por él. Que le das igual.


Y ya no necesitas nada más. Cruzas el umbral, cierras la puerta y arrojas la llave al fondo de un lago al que sabes que jamás bucearás para buscarla. Porque ya no queda nada ni nadie a quien echar de menos. Porque tu misma te has dado cuenta de que ya no le echas de menos. Porque cuando piensas en él no te dan ganas de verle, ni de abrazarle, ni de dormir juntos.


Y entonces... Sonríes, levantas la cabeza, dejas que un rayo de Sol ilumine tu rostro... y echas a andar. A partir de ahora todo saldrá bien.

9 de enero de 2012

Verso acabado. Punto.



Y sin querer no quise, no conseguí, no hice dejarlo todo a un lado.
'No puedo más' dijiste, 'algo aquí dentro insiste...'

'Perdóname, no entiendo eso que estás diciendo. Dejemos todo claro:
Cariño, yo te quiero, pero por dentro muero. Mi estrella se ha apagado.'

Última línea juntos. Verso acabado. Punto. Miremos a otro lado...

[ Pero por si al final despierta deja la puerta abierta... ]

Y allí quedó conmigo un corazón dormido, dejando de latir,
intenta seguir y se acaba.
Vete tranquila, sigue, busca otro mundo... Vive.
Será mejor así...


Y algo más que decir:
No puedo seguir si me faltas

[ ¿o sí? ]