Habría ido al fin del mundo con tal de ver tu magia tan cerca de mí, mirándome de reojo en la distancia, viendo tu vida escaparse para quedarse a mi lado.
Habría pasado horas y días sin dormir de haber podido sonreírte a quemarropa una vez más, sentir tu fuerza de voluntad luchando contra la Naturaleza. De haber podido volver a ver tu sonrisa a solo unos milímetros de la mía, a la vez tan lejos, tan inalcanzable...
Yo estaba allí, ¿recuerdas? Nadie más sabe la guerra que se libró en aquel sofá, la batalla que perdió el corazón, las vidas que cayeron para defender un honor para mí inexistente y sinsentido.
Aún hoy me pierdo en un recuerdo, en el recuerdo de tus dedos recorriendo mi pecho, en el de tu piel rozando mi cuello, en el de tus labios acariciando mi mano. Aún hoy me pierdo, y empiezo a tiritar, de saber que un día quizá ya nunca te vuelva a sentir tan cerca.
[ Lo que hubiera dado porque la nöche en aquel sofá de piel no acabase nunca... ]
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