Tuvo eso que le hizo tenerse en pie, tuvo mil historias, tuvo algo en qué creer...
Y ahora coge sus tacones... Y la nöche empieza a arder.
Ten cuidado con lo que dices, que está hecha de cicatrices, que es el verbo en carne viva. Es la mujer elegida, no la busques: déjala. Para ya. ¡¡Para ya!! Vive tu vida también.
Cuídate, tú... cuídate. Ella siempre estará bien.
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