Un lugar perdido en la memoria de aquella completa demente, entre los recuerdos de una vida llena de actos premeditados que guiaron sus pasos hacia un camino sin retorno, sólo comprensible para aquellos lo suficientemente locos como para atreverse a entender la magnitud de sus palabras...
30 de enero de 2013
Ira y otros pecados capitales
No entiendo cómo la rabia enciende las palabras. Palabras que no son nada... Pero llegan al alma.
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