A veces creemos que somos felices, que lo tenemos todo. Nos asombramos de cuán afortunados somos de estar donde nos hallamos, de ser quienes somos, de lo que tenemos... amor salud y dinero... no??
Qué pasa si sentimos un vacío que no conseguimos llenar? Un hueco que alguien insustituible dejó, o un sueño que no te atreviste a cumplir, o una aventura que dejaste a medias por miedo. O una promesa que nunca cumpliste y aún quema dentro de ti. O un trabajo que podría haber cambiado tu vida y no te atreviste a aceptar, o un amor que pudo comenzar de no haberte vencido el miedo.
Todas esas decisiones que dejamos de tomar, los caminos rechazados, los besos no dados, los te quiero que no pronunciamos, los te necesito que nos callamos... no es todo eso lo que nos define? Lo que nos castiga? Lo que nos condena?
Qué pasa si llega un momento en que es demasiado tarde para rectificar? Tenemos que resignarnos a no volver a ser felices.. a la incapacidad de cambiar, de tomar las riendas de nuestra vida y decir:
- Esto es lo que quiero. Esto es lo que voy a conseguir. Y voy a empezar a trabajar en ello ya. Hoy. En este mismo minuto.
Y tú, eres dueño de tu vida, o eres de los que se resignan a lo que surje sin luchar jamás por cambiarlo?
Anda, ve... y arregla tu vida.
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