9 de agosto de 2012

Persiguiendo al Viento

- Siempre sabes lo que tienes que hacer. Me miras con esos ojos verdes como si yo significara algo. No me importa que tengas cosas mejores que hacer. Me conformo con tenerte a veces, de vez en cuando. Sé que puedo considerarme afortunada por eso, por tenerte aunque solo sea un poco.

Denna cabeceó un poco contemplando la oscuridad. Entonces volvió a enderezarse y combatió otro violento estremecimiento.

- Ya sé que no piensas en mí....
- Pienso en ti continuamente, Denna-
- No me trates con condescendencia - replicó ella con enojo, y luego su tono volvió a suavizarse.- No piensas en mí como yo en ti. No me importa. Pero si también tienes frío, podrías acercarte y rodearme con los brazos. Solo un poco.

Con un nudo en la garganta me acerqué, me senté a su lado y la abracé.

- Qué bien, - dijo ella más relajada. - Es como si hasta ahora siempre hubiera tenido frío.

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